
¡Los teporingos: los VIPs de Tlalpan que están saltando directo a nuestros corazones!
Tlalpan, CDMX. En lo más alto del Ajusco y con una actitud digna de celebridades esquivas, los teporingos, esos pequeños y adorables conejos endémicos de México, están haciendo que los habitantes de Tlalpan se interesen más por la fauna local que por los chismes del mercado. Este peculiar animalito, también conocido como el conejo de los volcanes, se ha convertido en el embajador no oficial de la biodiversidad de la zona.
¿Qué es un teporingo?
Para quienes aún no han tenido el honor de toparse con esta celebridad peluda, el teporingo es el conejo más pequeño de México. Mide apenas 30 cm, pesa alrededor de medio kilo, y es más raro de ver que un microbús vacío en hora pico. Su hábitat se encuentra en los bosques de pino y zacatón del Ajusco, y su dieta consiste en hierbas locales (así que no, no le interesan tus zanahorias, Bugs Bunny).
Curiosidades de los teporingos
- Saltos discretos: Aunque son conejos, los teporingos no son muy dados a los grandes saltos. Prefieren moverse entre los pastos altos como ninjas peludos.
- Voz aguda: No emiten grandes sonidos, pero tienen un chillido agudo para advertir a su clan de posibles amenazas. Básicamente, son los “vecinos vigilantes” del Ajusco.
- Amor por el zacatón: Si hay algo que los teporingos aman más que la privacidad, es el zacatón, un pasto denso que les sirve tanto de refugio como de buffet todo incluido.
La amenaza para estos tiernos habitantes
Lamentablemente, el teporingo está en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat. Entre la urbanización, los incendios forestales y las excursiones poco responsables, su hogar se ha visto reducido drásticamente. Básicamente, su situación es como la de un vecino de Tlalpan que intenta encontrar estacionamiento: ¡cada vez hay menos espacio!
Sin embargo, organizaciones ambientales y los propios habitantes han comenzado a tomar medidas para protegerlos. Desde campañas de reforestación hasta educación ambiental, todo esfuerzo cuenta para que estos conejitos sigan brincando por los cerros.
Reacciones de los tlalpenses
Como era de esperarse, los vecinos han adoptado a los teporingos como su símbolo no oficial.
- “¡Ya ni sabía que teníamos conejos aquí! Ahora entiendo por qué los perros del Ajusco están tan emocionados,” comentó Doña Chayo, vecina de Parres.
- “Si los teporingos necesitan zacatón, yo mismo planto pasto en mi jardín, pero que no se coman las bugambilias, ¿eh?” bromeó Don Nacho, jardinero local.
Por otro lado, en redes sociales ya surgieron propuestas de marketing:
- “Hagamos peluches de teporingos para financiar su conservación.”
- “¿Qué tal una Tlalpan Fest con temática de teporingos? Sería épico.”
- “Yo solo quiero ver un teporingo en persona, pero parece más difícil que encontrar boletos para el Vive Latino.”
Cómo ayudar a los teporingos
- Participa en programas de reforestación en la zona del Ajusco.
- No tires basura ni alteres los ecosistemas locales cuando vayas de excursión.
- Apoya a las organizaciones que trabajan en la conservación de esta especie.
- Y si llegas a ver uno, admíralo desde lejos y resiste el impulso de adoptarlo como mascota (aunque sea difícil porque son adorables).
El futuro de los teporingos
Con un poco de suerte y mucha cooperación, los teporingos podrán seguir siendo los pequeños VIPs de Tlalpan. Así que la próxima vez que vayas al Ajusco, recuerda que no estás solo: un par de orejas diminutas podría estar espiándote desde el zacatón.
Y quién sabe, quizá un día veamos a un teporingo como mascota oficial del municipio, porque, francamente, ¿quién podría resistirse a ese nivel de ternura? 🐇
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