Tlalpan celebra el Día de la Candelaria con ofrendas, música y una avalancha de tamales
Tlalpan, CDMX – Como cada 2 de febrero, el aroma de los tamales y el atole invaden las calles de Tlalpan, donde vecinos, compadres y hasta el amigo que “solo vino por la comida” se reúnen para celebrar el Día de la Candelaria con ofrendas, música tradicional y, por supuesto, una comilona monumental.
El evento, organizado en el centro histórico de la alcaldía, contará con la tradicional bendición de Niños Dios, cada uno con atuendos más elaborados que el vestuario de una telenovela de época. Desde el clásico vestido blanco hasta modelos con capa dorada y hasta lentes oscuros, los fieles llegan con sus imágenes listas para recibir su bendición.
Pero lo que realmente une a los tlalpenses en esta fecha es la gran deuda de tamales. Miles de desafortunados que sacaron el muñequito en la Rosca de Reyes han sido perseguidos sin piedad por familiares y amigos que, desde hace semanas, les recuerdan su compromiso ineludible con la tradición. Para cumplir con la encomienda, los mercados y puestos de antojitos se han visto abarrotados con pedidos de tamales de rajas, mole, dulce y el infaltable tamal oaxaqueño (para los que quieren que se note que “se esmeraron”).
El evento también contará con presentaciones de música tradicional mexicana, danzas folclóricas y una feria gastronómica donde habrá desde tamales gourmet hasta los de la clásica cacerola “hecha con amor y sin medidas exactas”. Además, se instalará un área de trueque para que los vecinos intercambien tamales: “Yo te doy uno de rajas y tú me pasas uno de mole”, una estrategia que ha salvado a más de un despistado que olvidó hacer su pedido a tiempo.
Los organizadores han advertido que la ingesta de tamales puede generar efectos secundarios como siestas prolongadas, abrazos espontáneos y promesas de dieta que nunca se cumplen. Aún así, el evento promete ser una gran fiesta llena de sabor, tradición y ese espíritu tlalpense que nunca deja a nadie sin su atole calientito. ¡Nos vemos en la Candelaria, pero con tamal en mano!
